Qué hacer cuando siento picor en la piel

El prurito es la sensación desagradable de picor que puede llevar a rascarse y producir heridas en la piel. En ocasiones, el prurito estará causado por las condiciones cutáneas, como la xerosis o el eczema, pero otras veces algunos tratamientos producirán picor intenso sin alteraciones visibles (prurito sin materia). Además, factores como el cansancio, la ansiedad y el estrés pueden estar relacionados con la intensidad de este síntoma.

El picor va asociado al rascado y puede deteriorar la piel hasta que aparezcan irritaciones, rozaduras y heridas. Además, hay otros aspectos relacionados con el prurito que pueden disminuir la calidad de vida de los pacientes, ya que puede ocasionar problemas de mal descanso nocturno que repercutan en la atención o la fatiga.

En función de la severidad y el origen del picor, tu médico puede darte diferentes recomendaciones o indicarte algún tratamiento específico. No obstante, te planteamos ideas que te ayudarán a manejar el picor y prevenir complicaciones derivadas del rascado.


CONSEJOS:

  • Mantén la piel bien hidratada con las recomendaciones del apartado de piel seca.
  • Algunos emolientes tienen principios activos que ayudan a controlar el picor. Infórmate con tu farmacéutico.
  • Lleva las uñas cortas y limpias para evitar hacerte heridas. Si el picor es muy intenso, puedes utilizar guantes durante la noche para disminuir las lesiones por rascado mientras duermes.
  • Usa ropa adecuada, que sea ligera, holgada y de tejidos naturales como el algodón. Evita fibras que produzcan picor, como la lana y algunas sintéticas.
  • Evita el calor y la sudoración, manteniendo una buena ventilación en verano y evitando el exceso de abrigo en invierno.
  • Evita el alcohol, las especias y los picantes.
  • En función del origen del picor, se pueden usar medidas locales (como el frío, las cremas emolientes) o algunos tratamientos médicos, pero siempre debes consultarlo con tu especialista para que evalúe si estas medidas son adecuadas para ti.
  • Intenta modificar los factores que identifiques que agraven el picor como, por ejemplo, situaciones de estrés, sentarte cerca de fuentes de calor intensas que puedan hacerte sudar (como un radiador) o darte un baño de agua muy caliente.
  •  Intenta no centrar tu atención en el picor realizando técnicas de relajación o de respiración o desarrollando actividades que mantengan tus manos ocupadas.
  • Comenta este síntoma en tu próxima revisión con el especialista y explícale cómo impacta en tu día a día y en tu estado de ánimo para que pueda darte recomendaciones específicas.